Fuente: @Kastropintor
Día a día, transversalemente se desarrollan en la sociedad, diversos fenómenos en el espacio público: expresiones artísticas, vandalismo, graffiti, entre otros, que muchas veces pasan desapercibidos y nunca llegan a ser comentados. Sin embargo, el reciente rayado a las cupulas del Museo Nacional Bellas Artes, el pasado viernes 12 de agosto, devolvió al debate público y en particular a las redes sociales, la compleja discusión que existe sobre los limites que hay entre el arte y el vandalismo. Fue por medio de la publicación-denuncia que compartió el periodista Rodrigo Guendelman, más conocido por su cuenta @SantiagoAdicto, que el tema volvió a ponerse sobre la mesa.
Reacciones
Las publicaciones realizadas tanto en instagram como en twitter tuvieron una masiva recepción y alcances, y fue principalmente en los comentarios donde se desplegó el gran debate virtual sobre el suceso. En este, en general el rayado se rechazó y condenó por la mayoría, pero también se discutió sobre otros aristas del tema: arte, graffiti, política, cultura y otros que fueron armando una discusión bastante amplia.
En un inicio se apeló mucho a la emocionalidad de cada uno frente a sus propias sensibilidad respecto del patrimonio, la ciudad, el arte. Pero es sin duda, el particular contexto social y político por el que atraviesa el país, el que más orienta las opiniones de los usuarios.
Medios, palabras claves y #hashtags
Tras la masiva reacción y difusión que tuvo la denuncia en diferentes redes sociales, la prensa también salió a cubrir el suceso, y formar parte de él. La manera en que se informó el acto fue en la gran mayoría muy similar, empleando en general adjetivos negativos: “indignante”, “lamentable”, y aludiendo en primera instancia a que este es un acto de vandalismo. También se apeló bastante a que el Museo es un Monumento Nacional, por lo que el delito supondría una pena importante para los responsables.
En las diferentes publicaciones empleadas tanto en instagram como en Twitter se evidenciaron palabras claves para tratar el tema: vandalismo, patrimonio, Bellas Artes, graffiti, Monumento Histórico, rayado. Y si bien no se desplegaron hashtags partículares o representativos del hecho en cuestión, sí se emplearon en ciertos casos hashtags generales del área, tales como,
#cuidatupatrimonio, #sospatrimonio, #vandalismo, #patrimoniochileno, #proteccióndelpatrimonio, entre otros.
Protagonistas
Si bien aun se encuentra en investigación quiénes son los dos jóvenes responsables y protagonistas del acto, este acto involucró a varias personas y actores de la sociedad que fueron haciéndose parte importante del hecho.
El primero es el ya nombrado periodista Rodrigo Guendelman, quien de cierto modo inicio el debate en las redes sociales.
Otra persona relevante, y que se manifesto contrario desde un principio, es el Gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego. Gracias a sus gestiones, se efectuó una querella que dio paso a la actual investigación, por la cual se espera responsabilizar a quienes cometieron los rayados.
Otro actor es sin duda el propio Museo Nacional Bellas Artes (MNBA), la institución principalmente afectada, y que salió a comunicar, por medio de su director, Fernando Pérez , su evidente rechazo a la situación, enfatizando en las medidas que tomarán para que no se repita lo acontecido.
De igual forma, otras autoridades que se hicieron parte del debate y que por sus atribuciones relacioandas al rubro de las artes, la cultura y el patrimonio, como la Ministra de Cultura, Julieta Brodsky, y el Servicio de Patrimonio Nacional, también se mostraron contrarios y han ido actualizando el caso en tanto hay nuevas informaciones en sus redes sociales.
Personas y organizaciones claves
Dentro del debate que se ha gestado en las rrss, diversas personalidades y organizaciones con alto alcance en sus cuentas de Twitter o Instagram plantearon sus ideas y visiones del acto. Algunos desde la política, otros desde el arte y la estética, todos han aportado a la discusión sobre arte v/s vandalismo.
En primer lugar, el consejal de la Municipalidad de Santiago, Santiago Mekis, quien mediante la publicación de un testimonio en video, rechazó tajantemente los hechos. En el mencionó la compleja situación en que se encuentran muchos monumentos y en particular los de su comuna, problema que afecta a la identidad y cultura de la ciudad. Es un video con un trasfondo político, ya que hace un llamado de atención a las autoridades y organismos del área, y etiqueta a muchos de ellos, pues muchos de sus seguidores son sus votantes y debe mostrar preocupación. En los comentarios se observa que algunos usuarios critícan su gestión como consejal ausente, y en algunos casos Mekis se defiende.
Por otro lado, y planteando una visión diferente, el artista Miguel Angel Kastro a partir de la reacción de la sociedad frente a la denuncia del rayado, reflexiona sobre el graffiti, sus dimensiones y trasfondos. Considera que la ciudad es un espacio en donde convergen diferentes expresiones, y pone en cuestión el fenómeno de una única estética. Considera que el acto no es vandalismo y que el graffiti debiese ser respetado de igual forma que otras expresiones artísticas. Su cuenta es bastante seguida por artistas y personas del mundo del graffiti, aspecto que se deja ver en los comentarios, donde se le aplaude su visión y se reflexiona sobre sus dichos.
Desde una visión académica del patrimonio y la ciudad, el arquitecto y docente de la Universidad San Sebastián, Carlos Maillet, compartió una carta al director y una columna de opinión referidas al caso en su cuenta. En la primera, junto a su colega Nicolás Fernández, ponen de manifiesto cómo el rayado a la ciudad hoy se encuentra bastante normalizado, y cómo esta situación afecta al espacio público en convivencia y democracia. Luego, en su columna “Basta”, reflexiona de manera más profunda sobre el fenómeno. Hace alusión a la iconoclasia y a cómo nuestras ciudades dan cuenta de cómo es la sociedad que la habita. Así, su análisis se funda en un argumento académico, ya que su audiencia es en general, personas de ese ámbito.
Por último, Nicole Iturra, estudiante de college de arte y humanidades de la Universidad Católica, reflexiona mediante una columna de opinión publicada en la cuenta del Puclicito, sobre las intencionalidades de quienes rayaron las cupulas del museo. Plantea que sus motivaciones fueron de primera instancia disruptivas, a modo de protesta contra aquello que puede significarles el museo. Los comentarios en su publicación, si bien no son en su cuenta personal, muestran bastante discusión y visiones contrarias a la planteada por la estudiante, lo que generó amplio debate sobre los limites del arte urbano, y el rol de los graffiteros.
Dentro de las organizaciones que se han manifestado sobre el tema en partícular, se encuentra, en primer lugar, @Patrimoniochileno, cuenta de alto alcance en instagram, en donde constantemente se difunde contenido relacionado al patrimonio nacional. En este caso se muestran tristes sobre lo acontecido y ya algo desesperanzados con que la investigación llegue a lograr algo de justicia en el patrimonio. Emplean emojis y un lenguaje simple, y su audiencia comenta apoyando la tristeza del hecho.
Por otra parte, la corporación @Patrimonioculturaldechile, asociación que busca difundir, poner en valor y proteger el patrimonio, respecto al hecho, comparten fotografías y un link a su página para leer una crónica del arquitecto Patricio Gross. En ella se reflexiona sobre la construcción de memoria en una ciudad tan vandalizada.
Y por otro lado, la cuenta @Artpost.cl, canal por el cual se difunden hechos relacionados al arte y la cultura nacional e internacional, y donde se mostraron a favor de condenar el rayado y aplicar las penas correspondientes.
Seguimiento y desarrollo del caso
En esta red social se comparten opiniones y juicios principalmente relacionados a temas políticos, donde en varias ocasiones, se asocia el rayado del MNBA con el estallido social o con el plebiscito de salida del Proceso Constituyente.
El lenguaje empleado por los usuarios es en general formal, y en varios casos con tintes de superioridad basados en sus ideologías (muy propio de twiteros). Hay intentos de análisis, pero no muy profundos, y en general es en los comentarios donde se discute, de manera seria o bien, ofensiva.
Seguimiento y desarrollo del caso
En esta red, el seguimiento dió cuenta de que principalmente se emplearon publicaciones para compartir el video de lo ocurrido, columnas de opinión o videos tipo “lives” comentando los sucedido, asi como también publicaciones para seguir “el hilo” de la investigación respectiva. Hubo también quienes subieron artículos o cartas compartidos en medios impresos, pero que para una mayor difusión, fueron compartidas en sus cuentas.
En general, a diferencia de twitter, el debate en los comentarios fue menos politizado, y dió más que hablar sobre el respeto al patrimonio y la cultura.
Análisis final
Como se ha revisado, a lo largo de este seguimiento, la tensión entre lo que es considerado como arte y lo que es vandalismo, posee infinitas aristas que inciden en la opinión de una persona. Respecto al hecho específico estudiado, el rayado al MNBA, este se incertó en un contexto bastante crítico, que hizo que este no pasara desapercibido en redes sociales.
Al observar los comentarios emitidos por los usuarios, es común encontrarse con sensaciones y emociones de disgusto y de decepción. En general el lenguaje es desde la rabia, la tristeza o bien desde el repudio, en donde la sensibilidad del debate apunta a conflictos políticos más que a artísticos o estéticos, pues el acto se desarrolló en un periodo altamente complejo, post estallido social, pandemia, y particularmente en la etapa final del Proceso Constituyente, un momento muy tenso y sensible para la población.
Es en los comentarios donde los usuarios más interactuaron, ya que fueron no muchos quienes publicaban un post o tweet específicamente del caso. Y tal como se observa en el comentario publicado por @Kastorpintor, el debate del graffiti, el vandalismo y el arte, no puede realizarse alejado de la dimensión política, pues este es altamente complejo, subjetivo y sin una cultura clara sobre nuestro patrimonio y ciudad, seguirá siendo parte de una constante discusión.