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El Tren de Aragua, la banda criminal venezolana radicada en Chile, ha sido ampliamente cubierta por medios de comunicación nacionales. Estas noticias, junto a posteos de otros usuarios en redes sociales, evidencian el temor que esta mafia genera, pero también posturas políticas e ideas anti-inmigración que encuentran amplia difusión en sitios como Instagram y Twitter.

Desde su establecimiento en Chile, el Tren de Aragua ha causado un gran impacto en la opinión pública. Los crímenes de esta banda venezolana han suscitado todo tipo de comentarios en redes sociales. Tal como el seguimiento realizado evidencia, los comentarios alusivos a esta mafia se mezclan con comentarios xenofóbicos contra la población migrante en Chile, especialmente la de origen venezolano. Este tipo de discursos tiene lugar tanto en páginas de usuarios particulares como en las redes sociales de figuras públicas y organizaciones. Este discurso además toma tintes políticos, ya sea, para criticar o para abogar por la migración en nuestro país. Así, las figuras políticas de nuestro país son constantemente mencionadas al hablar de este tema. En especial, se alude al expresidente Sebastián Piñera y al actual presidente Gabriel Boric, así como a Gustavo Petro, presidente de Colombia. Una de las mayores problemáticas que surge a partir de este tipo de ideas, es que se comienza a asociar a la población extranjera en Chile con la delincuencia, la violencia o al aumento de estas dos.

El discurso anti-migración es difundido en plataformas como Twitter o Instagram por usuarios anónimos o incluso figuras públicas.

El discurso anti-migración es difundido en plataformas como Twitter o Instagram por usuarios anónimos o incluso figuras públicas.

Según datos obtenidos por Transparencia, cerca del 10% de los delitos de mayor connotación social en Chile son cometidos por personas de nacionalidad extranjera. Pese a que los números son bajos, lo que es apoyado por diversos estudios que demuestran que las personas extranjeras delinquen menos en los países a los que migran, persiste la idea de que los extranjeros cometen muchos más delitos y de mayor gravedad. El libro “Inmigración en Chile: Una mirada multidimensional” (2020) del Centro de Estudios Públicos (CEP), explica que la creencia de que los inmigrantes elevan los índices de criminalidad se trata de un mito: los extranjeros en Chile participan poco en la comisión de delitos.

Específicamente, en Chile el flujo migratorio proveniente de países como Colombia, Haití y Venezuela ha sido muy importante desde 2015. En la actualidad, hay más de 1 millón y medio de personas extranjeras en nuestro país, siendo la colonia venezolana la de mayor presencia. Esta gran cantidad de personas ha generado distintas reacciones por parte de los chilenos. Uno de los sentimientos más comunes es el rechazo a las personas migrantes. Este rechazo se puede evidenciar en distintos comentarios en redes sociales en contra de estos. Este sentimiento xenofóbico se ha visto potenciado por el establecimiento en Chile de distintas bandas de origen extranjero. Entre estas mafias están el Cartel de Sinaloa, el Cartel Jalisco Nueva Generación -ambos mexicanos- y el Tren de Aragua, de origen venezolano. Este último grupo ha repercutido muy negativamente en la opinión pública. La violencia que han demostrado acá y en otros países ha causado gran temor en la población y también ha aumentado la estigmatización hacia ciudadanos venezolanos y de otras nacionalidades.

La discriminación por redes sociales afecta negativamente a las personas extranjeras de diversas formas. Por ejemplo, el artículo de Bernal, Cardona y Álvarez (2021) describe cómo esta repercute en la salud mental de migrantes víctimas de discriminación. Además, explican que esto incide negativamente en la búsqueda de ayuda y en la construcción de redes por parte de personas extranjeras. Según Francisca Vargas Rivas, Abogada y Directora Clínica Jurídica de Migrantes y Refugiados UDP, “además de la negatividad asociada al delito en sí mismo está la idea de que un otro, alguien que no pertenece al país, comete un delito. Existe una doble percepción negativa. No importa solo el hecho, sino también quien lo hace. Hay una doble sanción social y esto se visualiza en redes sociales”. Además, la profesional plantea la importancia de las redes sociales como fuentes de información no siempre fidedignas.

Sobre el rol de las redes sociales en la difusión de comentarios xenofóbicos, Pérez y Aguilar (2021) explican en su artículo académico: “estas expresiones (de odio) se dan bajo algunas condiciones que las potencian como el anonimato, lo instantáneo del mensaje, la facilidad de reproducción y la viralización (de las redes sociales)”. Asimismo, las autoras explican que “Atribuir connotaciones negativas a un grupo social desde los medios de comunicación produce narrativas constructoras de identidades marginadas con una fuerte carga estigmatizante”. En este caso, la información difundida tanto por medios de comunicación tradicionales cómo por redes sociales ayuda a esta configuración de un sujeto migrante -un otro- que es reducido a una serie de características cargadas de connotaciones negativas.

La polarización que genera el tema de la migración en Chile no está exenta del contexto social y político actual. De esta manera, las emociones suscitadas por esto en redes sociales también se ven canalizadas en cuestionamientos políticos. En el seguimiento realizado, fue posible visualizar que tanto en Chile como en Colombia se juzgó principalmente a figuras políticas por su rol en el establecimiento de bandas criminales en dichos países. En Colombia, se critica al presidente Gustavo Petro por su supuesta actitud laxa frente al avance del Tren de Aragua. En tanto, en Chile se ha juzgado tanto al expresidente Sebastián Piñera como al actual mandatario Gabriel Boric por sus roles en la entrada masiva de migrantes al país y también por el accionar de la misma banda venezolana.

Una de las mayores críticas que se hace en redes sociales es a la Ley de Extranjería de nuestro país. Francisca Vargas considera que la ley es estricta y que precisamente eso puede provocar indirectamente que migrantes ingresen de forma ilegal al país.

“La ley es rigurosa, pero al tener requisitos migratorios tan duros podría facilitar el acceso por pasos no habilitados, aunque no es que la ley en sí abra la puerta a los pasos no habilitados”, Francisca Vargas.

Gabriela Hilliger, abogada y máster en derecho considera que las redes sociales tienen cabida para todos, pero allí no hay las mismas consideraciones éticas que en otros medios lo cual puede causar problemas al momento de informar o informarse. “Al revisar insistentemente ciertas imágenes que el Internet te muestra es inevitable crear sesgo hacia ciertas cosas. O sea si ves muchas cosas sobre  el Tren de Aragua con cierto tono lo vinculas a población extranjera. Esto genera estigma y afecta a las personas migrantes”, asegura Hilliger.

“Cuando hay una crisis se busca apuntar a otro para explicar lo malo que pasa en un país. Esto es aprovechado por discursos anti migratorios que crean enemigos ficticios”, Gabriela Hilliger

Además, la abogada afirma que las mismas redes sociales pueden permitir que distintos grupos de personas se unan y coordinen para generar más discursos de odio o incluso ataques contra migrantes, lo que recuerda al ataque a un campamento migrante en Iquique en septiembre de 2021. Pese a ese suceso, la experta afirma que las redes también permiten crear grupos de ayuda a migrantes o también permite generar lazos entre los mismos extranjeros que se establecen en un país. Revisa la entrevista completa a continuación:

 


Para revisar el seguimiento de redes sociales de este tema: ¿Qué se dice del Tren de Aragua en Redes Sociales?