Durante una semana realizamos un seguimiento de las campañas ligadas a la opción Rechazo al plebiscito del 25 de octubre en 4 redes sociales diferente: Twitter, Facebook, Instagram y Youtube.
Evolución del contenido
En general la campaña del Rechazo se encuentra dispersa. Muy pocos partidos políticos mueven la campaña y, principalmente, son las personas particulares e “influencers” quienes ponen en la palestra el contenido.
En estos casos, además, lo hacen sin mucha unidad. Pocos utilizan el #Rechazo y utilizan tags ligados a noticias particulares (Violencia en la Araucanía, ley de inmigración, retiro del 10%, entre otras). Así mismo, muy pocos utilizan la misma gráfica del rechazo por lo que hay una gráfica en particular, pero es poco utilizada.
¿Cómo funciona en Twitter?
¿Cómo funciona en Facebook?
¿Cómo funciona en Instagram?
¿Cómo funciona en Youtube?
Análisis
El lenguaje es defensivo y son emociones altamente negativas y polarizantes (respuesta a situaciones de violencia o repudio a ciertas otras cosas). Se establece más en una clave “contra algo”. El hecho de que se propulsase las campañas por el Servel no cambió realmente la propaganda en la red social porque hay pocas campañas que se viralicen y tampoco hay una clara identidad visual. Tampoco hay muchos partidos que movilicen causas y es más algo de personas particulares.
En Twitter los adherentes al rechazo sí trabajan en bloque, levantan con facilidad hashtags y con rapidez logran llegar al TT en múltiples ocasiones. Además, usualmente realizan cadenas para pedir que sigan a cuentas específicas y que construyan un bloque unitario.
Se formaron grupos por el rechazo, y por ahí se publica la campaña, y se van compartiendo los post. No obstante, la interacción que se ha recibido no ha sido mucha. Se comparten pocos post y la cantidad de comentarios también es baja. Aunque han aumentado la cantidad de grupos que van por el rechazo.
Grupos para agrupar, pero están desconectados. Se comparten pocos post, y los comentarios no pasan de los 20.