Cuando Kurt Cobain lucía su polera con la leyenda “Grunge is dead” en 1993, seguramente no tenía idea de la potencia que tendría esa frase más de dos décadas después. Para ese entonces, la muerte ya se había llevado a Andy Wood, vocalista de Mother Love Bone, y años más tarde apagó al histórico vocalista de Nirvana.
Le siguieron Shannon Hoon de Blind Melon en 1996, Layne Stanley de Alice In Chains en 2002, Scott Weiland de Stone Temple Pilots en 2015 y finalmente Chris Cornell de Soundgarden el 18 de mayo del 2017. Ciertamente, parece ser que el manto de la muerte siempre rodeó a las grandes voces de los noventas.
En la actualidad, todos los ojos caen sobre Eddie Vedder de Pearl Jam como el gran sobreviviente de una década que parece maldita y la pregunta cae de cajón: ¿será él la única figura responsable de mantener viva la llama de la última gran revolución del rock en este siglo? Nadie podría dudar que la voz de Pearl Jam efectivamente pertenece a los grandes del grunge, pero sería totalmente injusto soslayar a otras bandas de ese período que todavía siguen produciendo material tan interesante como en sus mejores días, liberados del peso de una etiqueta que quedó obsoleta hace mucho tiempo y que vale la pena analizar a un año del fallecimiento de Cornell.
El caso más heroico lo encabeza Dave Grohl, quien llena estadios con cada gira de Foo Fighters y es capaz de renovar su público con una batería de hits que lo avala como la figura central de una de las bandas más grandes en la actualidad, una historia de éxito que se forjó desde abajo, ya que tuvo que volver a inventarse y superar la muerte de Cobain para establecerse como músico y liderar su propio proyecto como vocalista y guitarrista, tras haber encabezado la revuelta alternativa hace más de dos décadas.
Una agrupación que también se vio obligada a renacer como el fénix tras la muerte de su vocalista fue Alice In Chains. Reformados en 2006 con William Duvall haciéndose cargo del micrófono, el cuarteto ha editado dos discos de gran calidad que aún mantienen el aura densa de antaño y agregan elementos actuales a su sonido, como también le pasó a Travis Warren tomando el lugar del insigne Shannon Hoon en Blind Melon.
Stone Temple Pilots tuvo la oportunidad dejar un último testamento con su voz original en 2010, pero tras el fallecimiento de Scott Weiland y también de su reemplazante Chester Bennington, recurrieron al ganador del programa X-Factor Jeff Gutt en búsqueda de aires de frescura que les permitan seguir en la palestra.
Por su parte, bandas como Candlebox y Bush, quienes se subieron al carro un poco después, han demostrado consistentemente que son mucho más que un “one hit wonder” sacando discos y dando actuaciones sumamente contundentes, con su formación completa. Ni hablar de grandes instituciones de la movida alternativa que siguen dando cátedra, nombres como Mudhoney, Dinosaur Jr., Pixies, Sonic Youth, Mark Lennegan y The Smashing Pumpkins sorprenden con un envidiable ritmo de trabajo que los mantiene vigentes y concentrados en lo que mejor saben hacer: entregar sonidos de calidad tanto para los nostálgicos, como para las nuevas generaciones.
Lamentablemente, la muerte de Chris Cornell truncó la continuidad de la segunda vida que había ganado Soundgarden cuando se reunieron en 2010. Dos años después de su vuelta a los escenarios, acabaron con una sequía discográfica de más de una década con “King Animal” (2012), trabajo que los tuvo girando por todo el mundo y que los trajo por primera vez a Chile encabezando Lollapalooza 2014. En noviembre de 2016, los fanáticos locales tuvieron la última oportunidad de encontrarse con el vocalista en formato solista, en una cita de tres noches a tablero vuelto en el Teatro Municipal antes de que su voz se extinguiera para siempre unos meses después.
Por su parte, Pearl Jam ha sido la única banda capaz de enfrentar airosos los embates de la vida en la ruta. Vieron caer a muchos de sus contemporáneos, pero su madurez tanto musical como personal los ve en un buena forma, capaces de venir a llenar variados recintos en Sudamérica con un fervor que hasta a ellos les resulta difícil de creer. Su repertorio más clásico se mezcla con el más reciente y esa combinación forma parte del cancionero de miles de fanáticos que se agolpan en la reja de los estadios para corear cada palabra como si fuera la última.
Si hablamos de sobrevivientes, la lista es bastante abultada y no recae solo en una banda, por lo que es interesante ver cómo los referentes de los 90 han sabido volver al ruedo en el siglo XXI. A más de 25 años de su explosión en el panorama musical, el grunge se mantiene latiendo en diferentes formas, sobreponiéndose al imbatible paso del tiempo, las modas y la muerte. Hoy en día, la movida alternativa tiene a las nuevas caras dándolo todo para mantener el legado y la vieja guardia marcando la pauta en términos de vigencia. A pesar de que la muerte de Cornell haya causado un gran agujero en el mundo del rock, sus contemporáneos siguen dando la pelea para llevarle la contra al mensaje que alguna vez portó Cobain en su polera.