Al menos 5 asesinatos han ocurrido los últimos 2 años en este sector de la capital. Autoridades han desplegado iniciativas como copamiento con carabineros y funcionarios municipales, pero no han tenido éxito. Los “toldos azules” siguen siendo dueños de la mayor parte del territorio donde -hasta hace sólo unos meses- ni las ambulancias podían pasar.

“La muerte de Francisca Sandoval lo cambió todo”, así lo recuerda Kevin Díaz, jefe de Seguridad de la Municipalidad de Santiago en relación a la periodista que falleció el 12 de mayo de 2022 en la Posta Central. La reportera cubría la marcha del Día del Trabajador en el Barrio Meiggs, cuando recibió un impacto balístico en la cabeza por parte de un comerciante ambulante del sector.

Desde entonces, dice Díaz, se comenzaron a realizar diversas intervenciones. Algunas de noche, sacando los productos y estructuras que quedaban en la vía pública, y otras de día controlando a aquellas personas que vendían sin patente ni permiso municipal. En un momento hubo más de 250 funcionarios desplegados, pero los crímenes continuaron.

A 5 meses del crimen de Francisca, un hombre de nacionalidad colombiana fue baleado. Sujetos le dispararon desde una motocicleta y escaparon. Lo mismo se repitió en diciembre de 2022, aunque en esta ocasión saludaron a la víctima -guardia de seguridad- y luego abrieron fuego contra él.

En octubre de 2023, fue asesinado un ciudadano chino en una bodega donde se descubrió que funcionaba un casino clandestino y prostíbulo, mientras que este año,un comerciante peruano recibió un disparo en la cabeza mientras esperaba micro en un paradero. Murió días después.

“Se habla mucho de las bandas y de crimen organizado pero también pasa que en estas pequeñas riñas ha aumentado la violencia. Lo que antes era ‘agarrarse a palos’ hoy, en algunos casos, alguien que agarra una pistola y mata a otro por diferencias económicas o lo que sea”, afirma Díaz.

No más de 5 cuadras a la redonda

Estos crímenes no sólo tienen en común su ejecución, sino que también que ocurrieron a pocos metros de distancia. Lo que varía es el estado de cada uno, ya que no en todos hay detenidos ni acciones judiciales en curso.

Fuente: Carabineros de Chile

Cronología de las intervenciones

Cuando la administración de Irací Hassler llevaba 4 meses pidió a la delegación presidencial de la época la “restitución del bien nacional de uso público” ya que el barrio estaba completamente tomado. Solicitaron una intervención, la que se realizó en noviembre y diciembre. Sin embargo, por el poco contingente y la resistencia de los comerciantes sólo se recuperó Bascuñan Guerrero.

Aquí situación era crítica: El transporte público dejó de pasar por el sector que permitía conectar con el Cesfam número 5. Los toldos azules -o vendedores ambulantes- tapaban incluso el acceso de la ambulancia y los pasillos del recinto se impregnaban de los olores de los alimentos del exterior.

¿Cómo fueron los copamientos?

En las primeras acciones se desplegaron cerca de 30 personas, hasta que en 2022 se realizó el operativo más grande, Entre mayo y agosto hubo 250 carabineros y funcionarios municipales en las calles, separados en 2 polígonos y un área más grande. Como el personal se tuvo que trasladar, se mantuvieron controles vehiculares durante todo el año pasado. Mientras este año la estrategia se enfocó en desalojar una vivienda tomada.

Fuente: Municipalidad de Santiago

Qué dicen las cifras…

De acuerdo a la Municipalidad de Santiago se han ejecutado 901 operativos desde marzo de 2022 a la fecha, retirando 4.500 toldos y estructuras metálicas que eran utilizadas para comercializar productos en las calles. Asimismo se han decomisado 700 carros de comida y se han incautado más de 15 toneladas de alimentos. Sin embargo, hay quienes plantean que la solución requiere de un trabajo mucho más profundo.

“Los operativos de seguridad son importantes para el barrio, pero no han sido lo suficientemente efectivos porque después del operativo no viene nada (…) se van y los ambulantes vuelven, las mafias, el comercio ilícito y se instalan nuevamente en el territorio que habían perdido”, Cristián Pizarro, director ejecutivo de la Asociación Gremial del Barrio Meiggs.

Esta asociación está trabajando en un plan para mejorar la seguridad, pero comparten el diagnóstico de que no es sencillo. Son 540 mil metros cuadrados los que abarca el barrio Meiggs y más de 18 millones de visitantes. Es más, hay estudios del gremio que dan cuenta de que circulan 437 personas por metro cuadrado en calles como Salvador Sanfuentes y San Alfonso.

Plan Maestro y una súper manzana comercial

Junto con la Universidad Católica trabajan en un Plan Maestro que considera diversas medidas como la redistribución del espacio, creando una súper manzana comercial. Esta contempla urbanismo táctico y cambios en las calles -como hacerlas peatonales- para evitar la instalación del comercio informal.

Además, se propone la instalación de pórticos de reconocimiento facial que ayuden en la persecución penal en caso de delitos en esta zona.

De acuerdo a Cristián Pizarro todo este proyecto es una oportunidad. “Lo que está haciendo la asociación es algo inédito en Chile, por lo que requiere de mayor coordinación. Queremos cambiar la imagen del barrio Meiggs que se ha visto empañada por hechos delictuales, sin perder el foco de que sigue siendo un barrio muy concurrido de la ciudadanía”, afirma.