La cobertura de la misión Artemisa I, cuyo lanzamiento se ha visto retrasado por distintos contratiempos, es una muestra del estado actual de la divulgación científica en redes sociales. La cobertura de esta misión no solo nos permite analizar los distintos tipos de difusión de la información científica, sino también analizar cómo los distintos medios informan cuando se trata de noticias que están sucediendo en vivo. En este tipo de cobertura las redes sociales son una gran herramienta, ya que permiten llegar a una audiencia masiva de manera inmediata. Sin embargo, en la inmediatez también se encuentran desafíos para los medios generalistas, en donde los periodistas deben informar rápidamente de temas en los que no son expertos. De esta forma, el rol de los divulgadores científicos, aquellos científicos que se dedican exclusivamente o parcialmente a informar a un público general, se vuelve esencial.
En un seguimiento de las noticias en redes sociales de la misión Artemisa I, se observó una diferencia entre los medios generalistas, los medios especializados en astronomía y los divulgadores científicos que se refirieron a esta misión. Los medios generalistas, como La Tercera y The New York Times, cubrieron solo los hitos más importantes relacionados a esta misión, pero no las noticias subsiguientes relacionadas a este tema. La cobertura de estos medios es general, e incluso han publicado imprecisiones respecto a la información relativa a la misión. Por ejemplo, La Tercera publicó erróneamente que esta misión llevaría a un humano a la luna.
Por otro lado, los medios especializados tienden a entrar en mucho detalle y usar un lenguaje más bien técnico, que resulta poco amigable para las personas que se están acercando a la astronomía por primera vez. En contraste con esto, se observó que los divulgadores científicos tendieron a explicar la información relativa a esta misión en un lenguaje mucho más simple y acorde a lo acostumbrado en redes sociales.
¿Quieres saber más de que se trata la misión Artemis I?
De este seguimiento y de la comparación de los distintos medios y personas que están informando acerca de la misión Artemisa I en redes sociales, surgen varias problemáticas e interrogantes. La primera es el naciente rol del divulgador científico. En el pasado, los científicos estaban obligados a dar a conocer su trabajo en espacios de especialistas de su área, o a usar los espacios de los medios tradicionales. En el primer caso, el conocimiento adquirido por ellos no era accesible al público, y en el segundo caso, se veían restringidos al espacio que les concedían los medios y a su línea editorial. Así, las redes sociales han abierto una nueva vía de democratizar la información adquirida por los científicos. Pero ¿cómo pueden comunicar eficientemente este conocimiento a un público general?
Por otro lado, si ahora los científicos pueden hacer divulgación sin necesidad de recurrir a un medio tradicional, ¿cuál es el rol de los periodistas en la difusión de ciencia? Además, como ya se ha mencionado, los periodistas al no ser necesariamente expertos en las áreas de ciencia que deben cubrir, pueden caer en imprecisiones al tratar de simplificar temas complejos. Entonces una problemática que surge es cómo pueden los periodistas evitar caer en estas imprecisiones.
En una entrevista con Carol Rojas, discutimos el estado actual de la divulgación científica
El perfil del divulgador – ¿Por qué divulgar ciencia?
Manuel Calvo Hernando, presidente de honor de la Asociación española de periodismo científico, responde esta pregunta en una línea: “Se debe poner la ciencia y la tecnología al servicio de todos”. Hernando dice que la necesidad de divulgar ciencia nace de hacer partícipe a la sociedad del conocimiento científico, especialmente en los tiempos actuales donde toda la sociedad se ve influida por la ciencia y la tecnología. Todas las actividades humanas han sido transformadas por la actividad científica, entonces se convierte en un deber hacer partícipe al ciudadano de pie en conocimientos que le afectan en su día a día. Fernando Izaurieta, físico teórico de la Universidad de Concepción y divulgador científico, comenta que para él la difusión de la ciencia es un deber social, a pesar de que en su trabajo de académico no le exijan esto.
Las redes sociales en la divulgación y el rol de los periodistas – ¿Cómo aportan las redes sociales a la divulgación de la ciencia? ¿Cómo aportan los periodistas?
Manuel Calvo Hernando identifica algunos problemas permanentes en la relación entre científicos y periodistas. A pesar de que ambos tienen semejanzas, como su objetivo común de observar y describir los detalles de lo que sucede, también tienen diferencias, principalmente el concepto de noticia y el tiempo que transcurre entre esta y el momento en que se informa al público.
Un creciente problema para los periodistas es la complejidad de las teorías científicas modernas, que cada vez requieren de más conocimiento previo. Así, se vuelve difícil para los periodistas ser capaces de sintetizar temas complejos, cumplir con el rigor de los científicos además de la demanda del público de tener el contenido sintetizado y simplificado.
Daniela Fernández Rosso, astrónoma y comunicadora científica, dice que las redes sociales ayudaron a muchos científicos con herramientas para visibilizar su trabajo y acercar la ciencia a distintas comunidades. Fernández, también ha hecho uso de las redes sociales para incentivar que niñas y mujeres se acerquen y estudien carreras relacionadas con la ciencia. Además, las redes sociales presentan una oportunidad para crear, como dice Fernando Izaurieta, una “alianza entre científicos y periodistas”. Esta labor compartida les permite a los científicos compatibilizar su trabajo académico y de investigación con la divulgación científica, mientras que los periodistas pueden usar sus habilidades comunicativas para difundir y adaptar la información.
El trabajo de informar correctamente – ¿Existen imprecisiones en la divulgación de la ciencia en redes sociales? ¿De dónde vienen estas imprecisiones?
Transcodificar el mensaje científico para un público masivo, como dice Hernando, es un trabajo cada vez más complejo, debido a la irremediable razón de que vivimos en un mundo confuso y complejo. Así, se vuelve casi inevitable que en redes sociales surjan imprecisiones respecto a la información científica, ya que cualquier persona puede identificarse como una autoridad y difundir información. En otra línea, Daniela Fernández Rosso opina que la problemática inicial es la inmediatez con la que buscamos contenido e información. Así, el problema radica en que nos tendemos a quedar con los titulares de las noticias, que además pueden ser títulos sensacionalistas que alertan y generan caos. Fernández concluye que desde el periodismo y la comunicación se debe dedicar tiempo a leer la información completa y verificar que sea de instituciones o personas expertas en el área. Juan Carlos Beamin, astrónomo, comunicador científico y autor de “Astronomía Ilustrada”, comenta que debido a la variedad de temas, es díficil para los periodistas escribir sin imprecisiones de todas las áreas, y por eso es importante que ellos busquen asesoramiento.
Pasos al futuro – ¿Cómo se podría tener un mayor alcance en las redes sociales?
Uno de los desafíos al futuro, como lo identifica Hernando, es lograr superar el tipo de divulgación de la ciencia que está limitado a públicos ya motivados por el conocimiento científico. Otro desafío de la divulgación científica que surge de las redes sociales es la necesidad de competir con temas como guerras, la actualidad diaria, desastres naturales, y más aún, con las pseudociencias, que gozan de una popularidad cada vez mayor y que se apropian del contenido científico. Fernando Izaurieta estima que es difícil acercarse a las personas que no están interesadas en la ciencia, pero que él se mantiene siempre disponible a contestar las preguntas de las personas que sí se interesan en la física y la astronomía. Juan Carlos Beamin encuentra en las redes sociales una muy buena herramienta para que personas interesadas en la ciencia puedan acceder a ella. Sin embargo, dada la tendencia de las redes sociales a crear burbujas de personas con intereses similares, Beamin opina que a veces resulta difícil llegar a otro tipo de personas.