Capítulo III: en constante espera
Capítulo III: en constante espera
Si bien la última década se ha visto marcada por la crisis humanitaria, Chile ya ha atravesado la historia con flujos migratorios desde otros continentes. Los distintos gobiernos han aplicado diferentes políticas, todas las cuales impactaron en el proceso de inmigración.
Revisa los principales hitos de la historia migratoria de Chile:
La Ley de Migración y Extranjería promulgada el 11 de abril de 2021 se basó en la promesa del ex Presidente Sebastián Piñera de “ordenar la casa”. Esta incluyó la entrega de miles de visas para extranjeros que habían entrado por pasos no habilitados a través de un proceso de regularización migratoria. Entre otras cosas, la normativa establece que todo extranjero debe señalar su real motivación para venir a Chile y regula el ingreso de extranjeros mediante un sistema flexible de visas.
El mismo mes que fue promulgada la ley, el doctor en Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Luis Eduardo Thayer, criticó a través de una columna en Ciper que la legislación dio pie a “un instrumento que permite impedir el ingreso a través de los consulados chilenos en el exterior a cualquier persona que quiere venir a trabajar a Chile. Eso, antes de que las personas emigren de sus países”.
La ley también facilita las expulsiones administrativas, ya que no es necesario realizar denuncias penales por el ingreso, lo que buscaría desincentivar el uso de pasos no habilitados.
Pero esto no parece haber logrado el efecto deseado.
Hace poco tiempo que Chile se puso al día en tema de política de Migración. De hecho, regía la legislación que databa de 1975 y que se convirtió en la más antigua de la región. Recién en 2015 comenzaron a observarse algunos cambios en torno a esta norma, como por ejemplo, en marzo de 2015, el Departamento Extranjería y Migración puso en marcha una nueva visa, denominada “Por motivos laborales”. Ese permiso abría la posibilidad a los extranjeros en Chile obtener su visa de residencia sólo con la existencia de un contrato de trabajo, sin necesidad de cláusula de viaje (pasaje a su país) y con la posibilidad de cambiar empleador sin tener que dar aviso.
La necesidad de contar con una nueva legislación fue instalada, en parte, por la Iglesia Católica. En 2018, el obispo Galo Fernández señaló: “La Iglesia ha estado planteando la urgencia con que se cree un nuevo marco regulatorio para las migraciones, dado que estamos en un sistema muy precario e incompleto, es una ley que data del año 1975 y que mira la migración desde la seguridad del Estado, es decir, casi como una amenaza. Además, no vela por la adecuada integración de los migrantes a la sociedad”.
Con la llegada de la nueva Ley de Migración y Extranjería (Ley 21.325) se requería de la promulgación del Decreto que establece las subcategorías migratorias de residencia temporal, que aún no lleva un mes de vigencia.
Solo la implementación de esta legislación en el tiempo, dirá si la iniciativa servirá para permitir un ingreso ordenado de migrantes y, sobre todo, asegure su dignidad, especialmente de las mujeres.
Patricia Rojas, representante del colectivo venezolano en Chile, dijo a El Mercurio de Calama que “desde que se inició la pandemia y con las visas consulares más estrictas, se está lucrando con el movimiento de personas venezolanas y la necesidad de salir de Venezuela”.
Según datos de Carabineros, entre enero y septiembre de 2021 la institución realizó 107 procedimientos policiales por tráfico de migrantes en el país, principalmente en la regiones de Tarapacá, Antofagasta y Arica y Parinacota.
Este negocio criminal da paso a otro que preocupa a quienes se encargan de resguardar los derechos de las mujeres migrantes. Un reportaje de La Tercera titulado Tren de Aragua: Las mujeres invisibles de las mafias venezolanas, dio cuenta en mayo de 2022 que el delito de trata de mujeres para explotación sexual se ha transformado en la principal fuente de ingresos de las organizaciones criminales transnacionales de origen venezolano, superando al tráfico de drogas y de armas.
Según los informes de inteligencia policial citados por el medio, en los primeros cuatro meses de 2022 ya se había rescatado a 21 víctimas y se habían abierto seis causas judiciales, lo que representa un aumento significativo de este delito en Chile.
Estas bandas transnacionales se valen de la desesperación de mujeres migrantes que buscan oportunidades laborales para luego chantajearlas y amenazarlas con hacer daño a sus familias, incluso en su país de origen.
Colchane: foco de la crisis
Colchane es la ciudad que recibe de manera más inmediata a los migrantes que entran a Chile por pasos no habilitados. Para recibirlos de manera transitoria, existe el Dispositivo de Primera Respuesta, un campamento que da prioridad a mujeres con niños y desde donde son derivados a Iquique.
Sin embargo, al no tener sus documentos, se resisten a realizar la denuncia por temor a ser deportadas.
García asegura que la comunicación con el Gobierno ha mejorado y ha habido constantes reuniones con organismos internacionales para buscar soluciones a este tipo de delitos.
Javier García, alcalde de Colchane: "Las mujeres sufren con más fuerza el tema del abuso"
¿Cómo mejorar la respuesta a las víctimas?
La investigación de la UDP sobre violencia sexual contra las mujeres que migran a Chile, “la falta de control sobre traficantes de personas en las fronteras, particularmente en la de Pisiga-Colchane, expone gravemente a las mujeres”. Dos de las investigadoras pudieron cruzar por el costado del paso fronterizo.
El informe también apunta a una falta de intervención estatal, ya sea social, jurídica o psicológica, en casos de violencia sexual contra las mujeres en el trayecto migratorio
Aun así, desde la PDI hacen hincapié en que las víctimas de abusos sexuales durante el tránsito migratorio realicen la denuncia. “Quizás no vamos a poder solucionarle a esa persona en particular ese dolor que lleva, pero sí podemos mitigar el dolor de muchas otras personas que están pasando hoy día y que van a pasar en el futuro por una situación así, porque son grupos criminales y estructuras que lo que hacen es lucrar con el dolor y necesidad humana”, dice el subprefecto Contreras.
Marjorie Dinamarca sostiene que en esta materia hace falta un diálogo regional, ya que “Chile no saca nada con tener un excelente control de fronteras, un excelente programa de regulación migratoria, etc., si es que nuestros vecinos no lo tienen también, o al revés”.
“Es necesaria una respuesta a nivel regional, o al menos en el sur de Latinoamérica”, resalta.
Revisa a continuación las impresiones de autoridades y actores relevantes en el ámbito de la migración:
En memoria
Este reportaje busca, además de crear una plataforma de visibilización, ser un pequeño homenaje a las y los fallecidos en el trayecto migratorio hacia Chile. Detrás de cada nombre, aún viven historias de esperanza y búsqueda de dignidad.
En memoria de:
Lactante de 9 meses
Rosa Beyuna Cárdenas
Luis Hurtado Fuentes
Luis Cuevas Lara
Edgar Molina Celis
Juan Arboleda Manco
Edda Marín Villalobos
Antonio Pocoana Mendoza
Guillermo Subirana Córdova
Carmen Dávila Varela
Daniela García Argüello
Domingo Vivas González
Ana Sánchez Sánchez
Elvia Valencia Cuero
Ricardo Godefroy Araujo
Y los cuerpos no identificados de distintas procedencias.
Capítulo II: “¿Por qué no denunció?”
Capítulo II: “¿Por qué no denunció?”
El informe señala que se han identificado desde robos y estafas por parte de bandas delictuales apostadas en el trayecto, hasta trata de personas con fines de explotación sexual, violaciones y femicidios perpetrados por organizaciones e individuos que prometen a mujeres y niñas migrantes ayuda para llegar a destino. Otros las amenazan con atentar contra su vida a menos que realicen favores sexuales. Esto, sin importar su edad, etnia, clase o nacionalidad.
“La hipersexualización del cuerpo de algunas migrantes precariza las condiciones de su desplazamiento y de su asentamiento. Las mujeres afrodescendientes, dominicanas y colombianas, devienen, a menudo, el objeto de deseo de policías o transportistas y, en el lugar de destino, son estigmatizadas, tratadas como prostitutas, sea que se dediquen o no al trabajo sexual”, dicen las investigadoras.
Desde la PDI, el jefe de la Brigada Investigadora de Trata de Personas Metropolitana indica que socialmente se ha invisibilizado a las sobrevivientes de este tipo de delitos. “Naturalizamos el ejercicio del comercio sexual con la explotación sexual, pareciera ser que socialmente está aceptado que hay una persona parada en una esquina o en el interior de un departamento ejerciendo el comercio sexual, pero no sabemos a instancias de qué, si es que hay una fase de explotación. Mucha gente hace este vínculo entre extranjeras de ciertas nacionalidades y el ejercicio del comercio sexual voluntario”, explica.
El siguiente recuadro muestra los tipos de violencias que experimentan las mujeres migrantes de Bolivia, República Dominicana y Colombia:
Violencia sexual en el camino
En este podcast, profundizamos en los hallazgos del informe Los efectos de la violencia sexual contra niñas y mujeres y escuchamos el testimonio de Karina*, una mujer venezolana que realizó el recorrido por pasos no habilitados juntos a su esposo y su hija de 15 años.
Desincentivos para denunciar
Las pruebas periciales que se exigen a las mujeres migrantes en el caso de denunciar un abuso sexual, así como la escasa coordinación a nivel regional para dar con los victimarios y conocer cómo operan, son algunas de las trabas que dificultan este tipo de investigaciones. Juega en contra también la falta de perspectiva de género en el Poder Judicial y las policías; la revictimización y el estigma que persigue a las mujeres denunciantes, y la nula reparación que les ofrece el Estado, indica el informe de la UDP.
Marjorie Dinamarca, quien trabaja con estos temas en la misma universidad, explica que como el ingreso irregular trae aparejado una sanción (hasta la expulsión), esto desincentiva la denuncia.
Y a las falencias del sistema en Chile, se suma la gran desconfianza en la instituciones en otros países de Latinoamérica. “Hay una desconfianza tremenda hacia la justicia, los funcionarios, ni hablar de la policía, porque en muchos países son víctimas de los mismos funcionarios policiales o de instituciones públicas. Convencer que es bueno que denuncien, es super complejo”, detalla Dinamarca.
El subprefecto de la PDI, José Antonio Contreras, también apunta a la “falta de legitimidad que tienen las instituciones policiales o el sistema de justicia penal en otros países, y los altos niveles de corrupción”. Además, dice que hay un “temor porque hay mucho componente de organización criminal que lucra con esto y que sabe que puede correr riesgo no solo la vida o integridad física de ella, sino que también de su familia”.
¿Cómo es el proceso de denuncia en Chile por una violación contra una mujer inmigrante?
El desconocimiento de la legislación del país de destino, en este caso Chile, también juega un rol clave en la desmotivación de las denuncias.
El subprefecto Contreras asegura que una denuncia de violación no implica que las mujeres vayan a ser deportadas automáticamente en Chile.
La denuncia puede ser hecha tanto en las oficinas de la PDI o en cualquier retén de Carabineros. Una vez presentada la denuncia, existe un protocolo que coordina tres entidades encargadas de prestar apoyo, asistencia y protección a las víctimas. Estas son la Policía de Investigaciones, el Ministerio del Interior y el Poder Judicial.
Existe la posibilidad de que estas personas opten por una Visa Temporaria por un año que les concede el gobierno de Chile para que puedan, si así lo desean, tramitar una Visa Permanente cumpliendo todos los requisitos que exige el Gobierno.
Otra opción, en el caso que así lo decida la denunciante, es volver a su país de origen. De darse este caso, Chile tiene el compromiso por ley de facilitar y coordinar el regreso a su país cubriendo todos los gastos.
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Capítulo I: la ruta y la violencia
Capítulo I: la ruta y la violencia
Ser mujer y migrante: la intersección olvidada
La región latinoamericana ha experimentado un intenso proceso migratorio durante la última década. Siendo principalmente transfronterizo, el tránsito de personas ha generado reacciones diversas y un sin fin de tensiones políticas en todos los territorios. A pesar de la alta cobertura mediática que el proceso ha tenido en Chile, existe una dimensión que ha sido invisibilizada.
La migración propone un universo completo de complejidades e intersecciones: nacionalidad, color de piel, fisonomía y recursos económicos dibujan el cruel panorama que atraviesan las mujeres migrantes.
El proceso, tal como la evidencia investigativa muestra, es radicalmente diferente del que viven los hombres al migrar.
Así como no es necesariamente igual entre mujeres. Es decir, una mujer afrodescendiente y no hispanohablante, no vive las mismas violencias que una mujer blanca, pobre y embarazada.
Cifras y realidades: el contexto necesario
La población extranjera residente en Chile llegó a 1.462.103 personas en 2020. Según estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el Departamento de Extranjería y Migración (DEM), la cifra implica un alza de 0,8% respecto a 2019 y de 12,4% en comparación con 2018.
¿Por qué migran?
Entre 2020 y 2021, Chile entró en crisis migratoria con la llegada masiva de inmigrantes a través de pasos no habilitados en el norte de Chile. La comuna de Colchane, en la Región de Tarapacá que limita con Bolivia, sonó fuerte en noticiarios y matinales ante este nuevo escenario.
En enero de 2022, unas seis mil personas se manifestaron en Iquique contra la migración irregular. En aquella ocasión, manifestantes chilenos destruyeron carpas, ropa y distintas pertenencias de migrantes en situación de calle. La agresión dio la vuelta al mundo y apareció en titulares de medios internacionales.
Según la encuesta Pulso Ciudadano correspondiente a la última quincena de mayo de 2022, la inmigración (21,3%) ocupa el tercer puesto dentro de la percepción de los encuestados sobre los principales problemas en Chile en la actualidad. Sólo la superan la inflación o alza de precios (32,4%) y la delincuencia (47,2%).
Según el subprefecto jefe de la Brigada Investigadora de Trata de Personas Metropolitana de la PDI, José Antonio Contreras, los factores que convierten a Chile en un país de destino para la migración en Latinoamérica son la situación socioeconómica y su estabilidad social y política en comparación con otras naciones de la región. A modo de ejemplo, 1 peso chileno son 3 pesos extranjeros; es decir, ganar $300 mil en Chile se traduce en $900 mil en su país de origen, explica Contreras.
José Antonio Contreras, subprefecto jefe de la Brigada Investigadora de Trata de Personas Metropolitana de la PDI.
Por esos motivos, migrantes de distintas nacionalidades -particularmente venezolanos-, arriesgan su vida para llegar a Chile, muchas veces con niños o ancianos, y por pasos no habilitados y caminos riesgosos que han fomentado delitos como el tráfico de migrantes y la trata de personas.
Si bien los registros de denuncia por violencia sexual en el tránsito migratorio escasean, esta realidad no es desconocida para las instituciones. Escucha a continuación las palabras del Subprefecto José Antonio Contreras respecto del tipo de violencia que viven las mujeres migrantes:
PDI: "La más gravosa de todas las violencias es la que tiene que ver con violencia sexual"
El trayecto desde Venezuela a Chile por tierra
Esta es la ruta que sigue un migrante que decide venirse a Chile desde Venezuela. El camino comienza en Cúcuta, la primera frontera a sortear; sigue por Ecuador, donde las personas deben atravesar la selva y ríos en tirolesa; continúa por Perú y Bolivia, y culmina en Colchane, frontera donde incluso deben evitar una zanja, y que se ha transformado en el desolador escenario donde hasta la fecha, 26 personas han muerto en la búsqueda literal de la próxima frontera.
Conoce el detalle de la ruta migratoria desde Venezuela a Chile en este mapa interactivo
“Coyotes”: una vulneración más
Las organizaciones criminales que traen a migrantes de manera irregular a Chile se valen de factores de riesgo para captarlos: “Existen necesidades económicas, condiciones migratorias irregulares, que son utilizadas por estructuras criminales para condicionar a estas personas; antecedentes de conflictos familiares, antecedentes de conflictos sociales en sus países y, principalmente, un estado de necesidad”, explica el subprefecto Contreras.
De acuerdo a datos de la PDI, el costo mínimo que los coyotes cobran a una persona por venir a Chile desde Venezuela es de US$ 1.500 (sobre $1.200.000). Si una mujer quiere traer a uno de sus hijos, se le cobran otros US$ 1.500.
El tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas pelean con el tráfico de armas el segundo lugar entre los delitos más rentables del mundo. El primero es el narcotráfico.
En el trayecto hay postas o distintos lugares donde la organización se desempeña. Así lo explica la abogada Marjorie Dinamarca, coordinadora del proyecto de asesoría legal a refugiados y migrantes de la Universidad Diego Portales (UDP).
Para que el tráfico de migrantes funcione, tiene que haber personas en distintos puntos: está quien los capta en otro país y les hace la oferta, quienes los ayudan a pasar por los puntos más complejos, y quien los está esperando en el lugar de destino.
“Esto es especialmente complejo, justamente para las mujeres, porque el crimende tráfico de migrantes puede ir asociado a otros delitos”, advierte Dinamarca.
Las instituciones tienen estos delitos en la mira, y en ese sentido, desde la Policía de Investigaciones de Chile entregan un importante mensaje a las víctimas y sobrevivientes de violencia sexualidad en la migración. Escucha a continuación sus palabras: