El año 2008 puede ser recordado por una serie de hitos. La crisis financiera mundial, los juegos olímpicos de Beijing y la elección de Barak Obama, el primer afroamericano que llegó a la presidencia de Estados Unidos. En nuestro país la presidenta Michelle Bachelet promediaba su primer mandato y la selección chilena, conducida por Marcelo Bielsa, conseguía un inédito triunfo ante Argentina en su camino al Mundial de Sudáfrica.
El día que Fabián Orellana anotó ese histórico gol en el arco sur del Estadio Nacional en Chile ya existían más de 4 millones de cuentas en Facebook. Muchos compartieron su alegría a través de la red social creada tres años antes por Mark Zuckerberg. Fue el año del boom de Facebook y los chilenos comenzaron a familiarizarse con palabras y expresiones como “me gusta”, “etiquetar”, “dar un toque”, “perfil”, “estado” y “muro”.
En 2010, con el terremoto y tsunami del 27F, Facebook se convirtió en una valiosa herramienta que ayudó a muchos chilenos a comunicarse y a encontrar a sus familiares en los momentos de mayor emergencia.
Fue en ese contexto que también empezamos a conocer el lado menos amable de la comunicación a través de redes sociales, cuando la desesperación por la escasez de alimentos y productos básicos generó una serie de alarmas e informaciones confusas generalmente vinculadas con saqueos en barrios acomodados de la Región Metropolitana y otras zonas del país.
En nuestro país hoy existen 13 millones de cuentas, es decir un 0,65 por ciento del total de perfiles a nivel mundial, que se estima en 2 mil millones, según datos de Zephoria. De esta impresionante cifra, equivalente a casi el 30 por ciento de la población mundial, 83 millones serían cuentas falsas.
Esta explosiva penetración de Facebook ha generado visibles cambios en la población. La manera de relacionarse de las personas, la forma en que ocupamos el tiempo libre y nuestros hábitos de consumo de medios masivos nos son las mismas de hace una década.
Se trata de una revolución que los especialistas tratan de aclarar. Según Daniel Halpern, director de Tren Digital de la Universidad Católica, “la irrupción de la red generó un profundo cambio social en Chile. Transformó la forma en la que las personas se relacionan, cómo interactúan. La gente empezó a desarrollar más contenido visual y a sentirse atraída por esto. Antes nadie iba en la calle diciéndole al resto que tenía una relación. Ahora Facebook permite hacerlo público”
Es una realidad con la que convivimos a diario y que en nuestro país ha tenido un particular impacto. Los datos del profesor Halpern señalan que el nivel de penetración de Facebook entre universitarios chilenos es uno de los más altos del planeta, con el 96,4% de estos estudiantes usando la red. Un uso que es mayor que en países como Canadá, Estados Unidos y España.